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domingo, 21 de septiembre de 2014

LITERATURA Y CIUDAD

LITERATURA Y CIUDAD
POR. OHARA JANET CORREA CORREA


 ” ¿Qué es hoy la ciudad para nosotros?...   Tal vez estamos acercándonos  a un momento de crisis de la vida urbana”   
Ítalo Calvino

La ciudad se convierte en tema y lugar de la literatura desde que emerge la modernización y se convierte en el centro de poder. Es así como  la escritura se preocupa por un público alfabeto  que perciba el  impacto de la economía, la política y el ámbito social. En  un escenario que abarca variadas culturas, grupos humanos con diferencia de condiciones  económicas, laborales, intelectuales y hasta espirituales.

En este espacio, en esta dinámica urbana se concentran especialmente dos condiciones la del suburbio como parte de la pobreza, allí están quienes  habitan los llamados cordones de miseria y desde los cuales se traman historias significativas que dan vida a una ciudad temida por muchos y admirada por otros y las clases  medias o altas quienes ante el peligro sobreviven por la desconfianza, por  la atención para descifrar lo que le sobresalta

Para esta búsqueda literaria inicio con  Mercedes Ortega, en La sociología de la literatura: Estudio de las letras desde la perspectiva de la cultura quien retoma a Lucien Goldmann con  Sociología de la Creación Literaria (1971), que acepta la posibilidad de que dentro de la obra se plasme más de una concepción del mundo. Esta multiplicidad de voces, este diálogo de posiciones frente a la vida, constituiría también la particularidad de la literatura

En este recorrido por la literatura de ciudad o urbana de Medellín  cabe la propuesta de  algunos escritores como Jaime Sanín Echeverri, Héctor Abad Faciolince, óscar Castro, Jorge Franco, Luis Fernando Macías Zuluaga, Paloma Pérez Sastre, José Libardo Porras Vallejo y Fernando Vallejo, quienes presentan la literatura de una ciudad deshumanizada, donde la mendicidad, la prostitución y la delincuencia generan poderosas estructuras sociales. Y en la que  dibujan personajes con diversas formas de vida en una urbe que atrapa, encierra, señala, aprisiona o libera.

Tal es el caso de  Una mujer de cuatro en conducta, o La Quebrada de Santa Helena de Jaime Sanín Echeverri, una obra que retrata la época de 1930 en la que se  presenta a Helena como una victima de las circunstancias: pobreza, violencia intrafamiliar, estratificación social, discriminación, falta de oportunidades, machismo, engaño, desamor, acoso sexual, prostitución.
En tal sentido, Augusto Escobar Mesa en Jaime Sanín Echeverri1.Medellín: inicio a una modernidad traumática retoma  una carta de respuesta a los comentarios hechos por Baldomero Sanín Cano a la novela, en la cual Sanín Echeverri afirma en un aparte:
         “todo ha sido escrito de buena fe, y que, aunque produzca escándalo, forman paralelos con la realidad cada uno de los lingotes que allí se estampan... esto se predica de una sociedad reputada de cristiana... absorbida por el capitalismo... en la que la justicia no es una virtud a la moda”

Así mismo Oscar Castro  García en Sola en esta nube muestra a Ana Clara a quien las circunstancias familiares, sociales, económicas, efectivas, el desconocimiento de la ciudad y la ignorancia propia de la época la hicieron vivir de sus encantos.
Es Ana clara la imagen opuesta al desarrollo de la ciudad, ella en decadencia física, moral económica en medio de una ciudad que crece y arrasa con lo inservible. “Me les gasté en la cama me les gasté  la plata pero siempre como hoy, sola, y, apenas me levantaba, esperaba la muerte (…) siempre viví aquí sobre Carabobo, desde niña.  Y ahora, viéndolo bien (,…) ya no alcanzo a ver el reloj de la estación, lo único que no han destruido por aquí.”  P.68
En su larga vida presenta situaciones en espacios comunes de la vida céntrica de  Medellín, a partir de lo cual se puede observar el desarrollo de la infraestructura y el transporte en la ciudad.  Las obras de Sanín y de Castro son historias de las muchas que demarca el contexto citadino de siempre. Representan la crítica social del desarrollo de la ciudad que deja seres abandonados por doquier, a su destino y sin identidad.

La muerte es un tema de ciudad y muchas personas tienen que ver con esto, el que ve, el que denuncia, el amigo. Son muchas los seres implicados en esta situación.  Relacionar la ciudad y la historia del país, reflejada en medio de la guerra de las calles y las muertes violentas es el caso de El puñal Sevillano de Luis Fernando Macías Zuluaga,  en cuya trama se  percibe  la arremetida de la violencia y la muerte en la ciudad.
Uno a uno, los asesinos de Eduardo fueron apareciendo apuñalados en el amanecer de un lunes del segundo mes, un martes del cuarto, un miércoles del sexto…ni los policías ni los miembros de la banda extinta dieron con la sencilla clave que Sara y yo conocíamos (Abad et al.2007 p128).

El nivel de frustración  es muy alto, en la ciudad el hombre fracasa y se ve derrotado; la vida delincuencial la plasma José Libardo Porras Vallejo en Agua bautismal, con su personaje Ricardo quien por  las circunstancias legales que vivió sufre indescriptiblemente ante la falta de oportunidades para un empleo y por el rechazo social. Esta situación  y los consejos de sus amigos lo hacen delinquir. Ricardo recorre estratégicamente la ciudad, pasa por el viaducto del Metro por el Estadio, la carrera setenta, cruza la calle San Juan, llega a la Universidad Pontificia Bolivariana y camina al Parque de Laureles, donde encuentra lo que busca.
Ricardo lleva en un puño apretado el dinero y el oro que la mujer, con toda la mansedumbre le había entregado (…) Calcula el valor el botín y se dice “Hoy me enrumbo y con el resto mañana compro ropa nueva”. Recuerda el miedo de la mujer, su actitud humillada…( Abad et al.2007 p 172)

En este mismo contexto de muerte,  bandas criminales  y negocios ilícitos generan nuevas formas de comunicación propia de  la condición delincuencial de la ciudad. Es así como el lenguaje cobra  otro valor cuando el parlache comienza a hacer una transformación urbana, otra generación le pone otro sentido a las palabras que utilizan como estrategia para comunicarse entre ellos.
Es el caso de La Virgen de los Sicarios  de Fernando Vallejo que nos  presenta un lenguaje común entre los delincuentes de  Medellín en la época de los años noventa.
          Como cuando un muchacho de allí dice –“Ese tombo está enamorado de mi  un “tombo” es un policía, pero “enamorado”? ¿Es que es marica? No, es que lo quiere matar. En eso consiste su enamoramiento: en lo contrario. Cualquier sicólogo chambón de esos que anda por ahí analizando en las “consejerías para la paz”, concluiría de esto que el desquiciamiento de una sociedad se sigue el del idioma” (Vallejo. 1994. p 56)

 A su vez, el texto presenta al hombre en contra de una ciudad y su gente. Es el discurso de un intelectual enfurecido que al regresar a Medellín, su ciudad natal, luego de treinta años de estar fuera de Colombia, encuentra una ciudad donde la barbarie y la violencia criminal son la constante. “Antaño, en época de lluvias bajaban por los  barriales resbalando, patinando, eran montañas sin calles, tierreros, pero por donde  se podía transitar libremente. Estos barrios cuando los fundaron eran  como se dice, “barrios de puertas abiertas” Ya nunca más. Las guerras de las bandas están casadas.” (Vallejo P, 58)
Fernando, el personaje, realiza un contraste de la ciudad contemporánea en oposición con las imágenes del pasado con un halo de nostalgia, presentando espacios definidos que el personaje reconoce de forma real o por referencia, lo que le permite  tener un concepto claro sobre la realidad de su ciudad; especialmente La comuna Nororiental (Manrique, La Francia, Santo Domingo Sabio),  El centro de la ciudad, la calle San Juan, el parque Bolívar, el Parque Berrio, Boston, La Iglesia de la Candelaria, El Anfiteatro, La terminal de transportes norte, entre otros

 En  La virgen de los sicarios y una gramática del caos, se  plantea que “El tono de desprecio y repulsión por parte de el  personaje resulta ante la comprobación de que su ciudad es ahora un espacio “decadente” e inhabitable para él, destruido por el proceso de modernización -e identificado con las migraciones campo-ciudad”

La literatura plasma el tema de la  condición de inseguridad en Medellín  no solo desde el mundo de los delincuentes, también desde las victimas o posibles victimas de este conflicto. Son grupos humanos susceptibles, que generalmente presentan una oportunidad económica para los intereses de algunos  por tanto  retomo a Carlos Monsivasis  para presentar las obras de Héctor Abad faciolince con La Guaca y  Paloma Pérez Sastre con Como la sombra o la música.

“La gran ciudad adquiere gradualmente la iluminación y los tonos expresionistas del film noir, donde cualquier recorrido es una incursión en la amenaza, y la angustia es la guía del conocimiento” Carlos Monsivasis

La Guaca es el caso de un periodista abandonado por su esposa, decide vender su propiedad y comprar con su madre un elegante apartamento muy barato porque en ese lugar hubo una gran matanza de mafiosos. Allí encuentra una guaca con lingotes de oro y miles de dólares, desaparece misteriosamente con su madre e hijos para Suiza.

Para este grupo humano los lugares de encuentro desaparecen, los habitantes de la ciudad  crean sus propios espacios de seguridad. No se  transita confiado en las calles, ni como peatón no como  pasajero, ni  siquiera en su propia casa.
Yo nunca había tenido miedo de que me robaran nada(¿qué me iban a robar?), ,pero antes de abrir la puerta miré bien por el ojo mágico para estar seguro de que fueran mis hijos, que volvían con la muchacha, y no algún ladrón…le di vuelta a la llave y puse la cerradura de arriba, la de seguridad. (Abad et al.2007. p36)

Pensar en dinero y más aun en su procedencia es un riesgo. La procedencia del botín, sus antiguos dueños con todos los enemigos que tuvieron y el temor a un secuestro millonario  hace que los personajes desaparezcan sin dejar rastro. Con la excusa de la inseguridad crean su historia en otra parte.
Pero no siempre es así y hay quienes no toman medidas de precaución y se vuelven un objetivo para la delincuencia. Así lo plantea  Paloma Pérez Sastre, en   Como la sombra o la música.
         ...una moto me cerró el paso; frené y sentí un golpe seco en el vidrio de mi ventanilla. En un parpadeo me vi en la parte de atrás de un carro, mientras alguien me cerraba con cinta adhesiva los ojos y la boca…Luego vinieron un cambio de dirección, un ascenso largo, un tramo recto y varias vueltas… desperté en una celda pavorosa donde yo, Ivonne Ramírez, estuve nueve meses secuestrada  (Abad et al.2007 p 149)

La ciudad la presenta Pérez Sastre en este texto desde el centro, lugar donde Ivonne hace sus estudios universitarios y cuyo destino es el sur pero sus secuestradores la lleva a la zona norte. A lo alto de la ciudad. “Debía estar cerca de una calle principal porque se oía el resonar cercano de buses…Era un barrio de esos agarrados con furia a las montañas que rodean el valle, esos cuyo origen es la miseria y crecen en desorden como moras”  (Abad et al.2007  p.150)
          El recuerdo le permite percibir diversas situaciones del pasado que evoca y añora, es una forma de sobrevivir al absurdo presente que la hace sufrir.
      Los recuerdos me ayudaban a alargar y saborear los bocados, como aquel desayuno furtivo con Iván en la cocina de su estudio… Luego “leía” con una maquina de asociar rudimentaria, predecible,  literal (…) que al pulsar cualquier palabra me transportaba al pasado. No logré perfeccionarla para que trajera recuerdos placenteros, el placer estaba, irónicamente, en el presente, y la palabra “futuro” podía quemar el artilugio (Abad et al.2007 p 159)

 Fernández Mireya, en La nostalgia en la narrativa de las diásporas caribeñas se remite a El estudio sobre la representación de la nostalgia en las sociedades modernas, de  Svetlana Boym quien asevera que el objeto de este sentimiento no es tanto el espacio geográfico que llamamos hogar, sino la sensación de intimidad que establecemos con el mundo; no es el tiempo pasado en general, sino ese momento imaginado cuando nos sentíamos seguros y no conocíamos añoranza alguna. La nostalgia aparece entonces como un mecanismo de defensa en un tiempo de ritmos acelerados y de agitación histórica una forma necesaria y productiva de enfrentar la pérdida y el desplazamiento (Su, 2005: 12).

Se convierte así, la ciudad en un texto inacabado, donde muchas ciudades se han escrito por la memoria. Esas miles de historias repetidas de la ciudad, tienen todas elementos renovados, detalles únicos  que permiten recrear  cada historia desde la nostalgia, el temor, el desamor…
A la par se va creando en Medellín un tipo de texto que permite  idealizar o admirar personajes que experimentan cambios de acuerdo a sus pretensiones al querer revivir momentos pasados en busca de paz, libertad y autonomía, tal es el caso de Donde se cuenta cómo me encontré con Don Quijote de la Mancha en Medellín, cuando la ciudad se llenó de gigantes inventados, de Jorge Franco
De esa vez el abuelo no contó mucho, solamente dijo «Néstor vive en un tugurio», al rato volvió a decir «se sabe de memoria partes del Quijote y vive en un tugurio», y antes de irse a dormir, dijo, casi para sí mismo «le entregó la pierna a este país y vive en un  tugurio»;
 En tono nostálgico presenta la narración el viejo, la imagen de abandono por parte del Estado, la añoranza de una ciudad tranquila con más oportunidades, valores y respeto lo hacen abandonar su ciudad para tratar de rescatar un pasado en otro espacio no muy lejano.
         ..Luego de cerrar el libro, me preguntaba en mis desvelos si fue alguna de esas paginas la que obsesionó al abuelo con irse a recorrer el mundo al lado de un carretero menesteroso, o si fue la misma Medellín la que lo metió en las páginas  para aislarlo de la violencia que lo asfixiaba..(Abad et al.2007  p. 92)

Se presenta la añoranza de un  pasado en el imaginario de un viejo que arma personajes legendarios con chatarra. Él leal a su imaginación y a sus ganas de vivir se aleja de la ciudad que consume, atrapa, devora con el espejismo del dinero, la droga, la violencia y el poder.
Fernández retoma a Boym  cuando expresa que  La fidelidad al lugar de origen puede, a su vez, despertar otra tendencia, aquella en que la añoranza no está reñida con el juicio y la crítica. El sentimiento que busca mantener viva la imagen del terruño se ve sustituido por otro que medita sobre la historia y el paso del tiempo e impulsa a los sujetos a mirar la relación entre el pasado, el presente y el futuro, evadiendo el peligro de las verdades absolutas (Boym, 2001: 41-50).

Es así como la literatura urbana o de ciudad  puede ser vista, descrita, narrada, o imaginada con personajes que viven cada día situaciones, historias distintas  de acuerdo a su entorno y su vivencia; permitiendo  reconocer lo que hay alrededor, para interpretar lo que se vive y plasmar lo que se calla.
Los anteriores autores presentan  una Medellín en la que se dibujan personajes con diversas formas de vida en una urbe que atrapa, encierra, señala, aprisiona o libera.
Se presenta una modernidad irónica en la que  el espacio roba almas y convierte cada ser en anónimos, en seres inseguros, tristes, nostálgicos o violentos, por eso la ciudad muchas veces se convierte en una criatura sin control que envuelve, atrapa, absorbe.



RESEÑAS


·         Aileen El-Kadi La virgen de los sicarios y una gramática del caos

·         Fernández M.   tomado de http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S0798-97842008000100012&script=sci_arttext junio 21 de 2014

·         Abad, H 2007.Una ciudad partida por un rio. Cuentos en Medellín. Planeta. Bogotá

·         Ortega M. La Sociología de la Literatura: Estudio de las letras desde la perspectiva de la Cultura tomado de https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero29/sociolit.html junio 22 de 2014

·         Sanín Echeverri, Jaime. “Carta a Baldomero Sanín Cano”. El colombiano.  (en.6/4Tomado de http://www.colombiaaprende.edu.co/recursos/superior/handle/literaturacolombiana/pdf_files/tema6.pdf 21 de junio de 2014  p. 1


·         Sanín J. 1987.Una mujer de cuatro en conducta o La Quebrada de Santa Helena



·         Vallejo M (1994) La virgen de los sicarios. Bogotá. Alfaguara

           

·         http://www.monografias.com/trabajos96/virgen-sicarios-fernando-vallejo/virgen-sicarios-fernando-vallejo2.shtml






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