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domingo, 21 de septiembre de 2014

LA DEVOCIÓN DE LOS HOMBRES HACIA LOS DIOSES EN LA ODISEA

Ohara Janet Correa Correa                                      Francened López Cardona

LA DEVOCIÓN DE LOS HOMBRES HACIA LOS DIOSES EN LA ODISEA
¿Por qué los hombres demuestran tanta devoción hacia los dioses en la Odisea?
En los cantos IV y V de la Odisea se observa claramente como los hombres son devotos y confían en los dioses. Los hombres oran, suplican, rinden tributos y hacen ofrendas y sacrificios para que los dioses los consuelen, los guíen y les ayuden en sus travesías y aventuras.
Son los dioses quienes facilitan o entorpecen  el destino de los humanos, se puede observar este ejemplo: “…pero dímelo tu, pues que todo lo saben los dioses, ¿Cuál de ellos aquí me retiene y estorba mi ruta y el regreso al hogar sobre el mar  rico en peces? Odiseo no puede llegar a casa porque Poseidón se lo impide ya que tiene el poder en el mar,
Otro aspecto importante es la oración, las suplicas y los sacrificios a los dioses, algunos de ellos son: “¡Ojalá oh padre Zeus. Oh Atena, Oh Apolo, llegara con aquella presencia que en Lesbos, de sólidos muros, nos mostraba al reñir con el hijo del rey Filomelo, al que la tierra en la lucha postró con placer de los dánaos!”; “al mostrarse la aurora temprana de dedos de rosa, allí mismo a la orilla del mar de caminos abiertos largamente a los dioses oré…”; aquí se puede observar la importancia de la invocación de los dioses y de la oración como instrumento poderoso que permite entrar en contacto intimo con estos seres supremos a través del diálogo dándose por sentado que se va a conceder todas las peticiones que se hacen. Cabe anotar también la importancia de los sacrificios a los dioses para que estos apoyen acertadamente cada travesía, el canto 473 muestra claramente la trascendencia de las ofrendas: “No debiste embarcar sin hacer sacrificios perfectos al gran Zeus y las otras deidades, si ansiabas tan pronto a tu patria venir recorriendo el vinoso océano…”. Muchas veces en las oraciones a los dioses se ofrece y al mismo tiempo se pide algo a cambio, el siguiente verso da un ejemplo “al que antes que a algún otro aqueo yo pensaba acoger en mi casa si Zeus el Olimpo, el de largo mirar, os dejaba volver en las naves, destinárale yo una ciudad y le hiciera un palacio”
En las suplicas tenemos que Euriclea pide a Penélope que ore  con sus siervas a Atenea para que rescate a Telémaco de la muerte, así mismo Penélope “echa en un cesto los granos tostados”, rogando a Atenea le rescate su hijo y le eche  de su casa a esos hombres soberbios, y le recuerda en sus suplicas cuando Ulises quemó muslos de toro y de oveja en su honor.
Los sacrificios para los dioses podían ser ofreciendo productos del campo como la hace Penélope o como   le recuerda a Atenea que lo hacia Ulises, también como  lo hizo Menelao para volver a su tierra.
Los dioses no perdonan que no se les haga ofrendas, que se les rete o ataque a algún ser predilecto. En los cantos IV y V se ve claramente como los dioses masculinos Poseidón y Zeus son los que interfieren en el destino de los hombres y los hacen sufrir.
 Tal es el caso de  Ulises quien se encuentra desviado de su hogar por tantos años a causa del dios del mar Poseidón, si bien no es claro, hasta estos cantos cual fue la ofensa que hizo el héroe al dios del mar,  es bien sabido que  por años es retenido en sus dominios y que ante la petición de Atenea  a su padre Zeus, se ordena por medio de Hermes que Calipso lo libere y contribuya con su regreso. Ante esta situación en el  canto 285 del capitulo V se ve  la furia de Poseidón por permitirle la salida a Ulises e interviene para evitarlo. “descubriólo navegando en el mar, arreció en sus entrañas la ira. Meneó la cabeza y habló de este modo consigo: “¡Oh vergüenza! Sin duda los dioses cambiaron de intento (…) pero no ha de llegar sin que yo le sumerja en desdicha”
Así mismo refiere Proteo a Menelao que Posidón echó a Ayax al océano, este blasfemó y el dios lo hizo ahogar en aguas salobres
La condición de las diosas en la Odisea es distinta, se presenta Atenea como la diosa protectora de Odiseo y su familia. Es recurrente su presencia en todos los cantos es el consuelo de Penélope, la guía de Telémaco y la esperanza de Odiseo. Es ella quien intercede ante su padre para el regreso de Ulises, ayuda al héroe para que llegue a Feacia gracias a los vientos al avivamiento que hace de su ingenio. Provoca el  encuentro de el con  la hija del rey de Feacia, lo cambia físicamente para hacerlo agradable a los ojos de la joven.
Otro aspecto positivo de las diosas tiene que ver con Hera, en el verso 505 del capítulo IV quien salva a Agamenón para que regrese a su hogar cabe resaltar que la cualidad de Hera como diosa, es ser la protectora del hogar.
Es importante la función que cumple Ino quien convertida en gaviota ayuda con su velo inmortal a Ulises para que llegue a Feacia.
La Aurora es una diosa de  luz,”La de hermosa cabellera cesó el huracán…” luego de tres días de marejada Ulises logra ver de cerca la tierra En cada  inicio de día, presenta la Aurora la esperanza de un nuevo amanecer, no hay ningún momento en  los dos capítulos que lleve a pensar en penas o riesgos, es la mañana, el alba el momento de la oración, de iniciar un recorrido o una buena conversación.

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