1.
Abel y Caín
[Minicuento
- Texto completo.] Jorge Luis Borges
Abel y Caín se encontraron después de
la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos,
porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron
un fuego y comieron. Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando
declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido
su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca
de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que
le fuera perdonado su crimen.
Abel contestó:
—¿Tú me has matado o yo te he matado?
Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como antes.
—Ahora sé que en verdad me has
perdonado —dijo Caín—, porque olvidar es perdonar. Yo trataré también de
olvidar.
Abel dijo despacio:
—Así es. Mientras dura el
remordimiento dura la culpa. FIN
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